Ir al psicólogo es de valientes. Las personas que acuden a terapia son aquellas que no temen mirarse en el espejo interior, que quieren abrir nuevas puertas recién descubiertas, porque saben que, detrás de cada una de ellas, hay conocimiento sobre sí mismas, mayor comprensión y mucho más amor.
Son personas que quieren mirar hacia delante, a quienes no les da miedo el cambio ni experimentar con nuevos comportamientos, actitudes, respuestas, hábitos, pensamientos e incluso emociones.
Quizás sí tienen miedo a todo lo anterior. Sin embargo, reconocen con valentía que pueden afrontar todos esos miedos si están en las manos adecuadas, y que hacerlo les aportará un bienestar del que ahora carecen.
Son personas que dan un paso al frente y deciden que quiere llevar las riendas de su vida. Personas dispuestas a mirar la herida y sabedoras de que son capaces de sanarla.
Las personas acuden a terapia cuando, en general, están insatisfechas consigo mismas o con su vida. Cuando sus emociones actuales dificultan enormemente su día a día, bien porque son demasiado intensas, o bien porque ya llevan demasiado tiempo con ellas.
Los psicólogos ayudamos cuando experimentas ansiedad, angustia, tristeza, depresión, sentimientos de desánimo, miedos o sensación de descontrol y/o desbordamiento. Te acompañamos en situaciones difíciles, ya sean debidas a pérdidas de personas importantes, separaciones, toma de decisiones, conflictos familiares o sociales, o simplemente insatisfacción general en tu vida o en área específica de la misma. También proporcionamos orientación y entrenamiento en temas como las habilidades sociales, la educación de los hijos, proyección laboral, sexología, autoestima, etc.
Este puede ser tu espacio.
